Resumen:Con esta guía se quiere enseñar la riqueza botánica de los parques y plazas de Fuengirola, quizás rescatando aquel ideal de la ciudad jardín que proponían en el siglo XIX los socialistas utópicos ingleses. La agricultura urbana no es sólo una cuestión ecológica o de calidad de vida, es también un hecho cultural. Nuestra rica tradición del jardín andaluz, descendiente del árabe y el romano, se ha visto desplazada por una imitación de los gustos de los que nos visitan. En su forma y en la utilización y disposición de las especies no deberíamos olvidar el arriate, el naranjo, el mirto, el olivo o la fuente de gitanillas. Ahorraremos agua, crearemos intimidad entre la ciudad y su flora y seremos más nosotros mismos.