Resumen:Juzgamos a los libros y nuestro juicio es parcial e imposible de mejorar. La imprecisión de la lectura nos avasalla y nos dejamos llevar por ella; sin embargo sólo después de que el conocimiento de la obra se haya aposado es cuando nos damos cuenta de su significado: un conjunto, una frase, un color o una palabra; entonces será un pedazo de nosotros mismos, habremos leído para ser más ricos, aunque lo que hacemos es interpretar los textos según nuestra capacidad, voluntad o deseo. Y en este proceso insensible de aprehendimiento, el recuerdo se adueña de lo que más nos afecta, lo guarda y lo ordena en nuestro interior. He aquí, por tanto, una escogida selección de textos y autores que Manuel Alvar López analiza bajo su clasificación en capítulos como “Clara y bella España”, “América, mi aventura” y “Entre los poetas míos”, y que dan índice de que leemos para el recuerdo.