Resumen:Un hito importante en la arqueología urbana de nuestra ciudad lo constituyó el descubrimiento en 1951 del Teatro Romano, antes de este hallazgo sólo contabamos con vestigios aislados, de distintos momentos culturales, y fruto muchas veces de la casualidad que de un quehacer científico. En esta línea están las piezas arqueológicas procedentes de la colina de la Alcazaba y zona de su entorno. Al margen de otros sondeos y hallazgos puntuales durante el siglo XX, la excavación en vertical, que el autor de este trabajo realizó en 1986 en el patio menor del antiguo Colegio de San Agustín, permitió, por una parte, la localización de niveles arqueológicos puros que fechan el inicio de la vida urbana en nuestra ciudad, y por otra, además de los materiales fenicios-púnicos aportados, el gran bagaje de cerámicas griegas y etruscas que aparecieron, aspecto, sin duda, más novedoso. La presencia de estas importaciones en yacimientos semitas cercanos al Estrecho vuelven nuevamente a sacar a primer plano el tema de Mainake y la existencia de un comercio griego y etrusco en una zona de influencia.